Santo Domingo, 9 de junio de 2025 – A pesar de que faltan tres años para las elecciones presidenciales, varios dirigentes del Partido Revolucionario Moderno (PRM) han comenzado a mover sus fichas políticas con múltiples reuniones, encuentros y actividades en todo el país, promoviendo aspiraciones presidenciales de manera anticipada. Esta dinámica ha generado inquietudes debido al silencio sostenido por parte de la Junta Central Electoral (JCE), órgano encargado de velar por el cumplimiento de los plazos legales en materia electoral.
Durante las últimas semanas, diversas figuras del oficialismo han encabezado eventos en los que se perfilan como potenciales candidatos para el 2028. Aunque no se han hecho proclamaciones oficiales, los actos han tenido un carácter político evidente, con mensajes orientados a posicionar liderazgos y estructuras territoriales.
El silencio de la JCE ante esta movilización ha levantado cuestionamientos sobre la supervisión del proceso y el cumplimiento de la Ley Electoral y la Ley de Partidos, que regulan los tiempos y límites de la precampaña.
Observadores políticos y sectores de la sociedad civil han advertido que este tipo de proselitismo prematuro podría generar una competencia desigual y erosionar las reglas del juego democrático si no hay una respuesta institucional clara y oportuna por parte del órgano electoral.
