Santo Domingo, 02 de abril de 2025.– Un reciente estudio realizado en el país revela una preocupante realidad: muchas mujeres víctimas de violencia sexual no denuncian los hechos porque desconocen que este tipo de agresión constituye un delito. Según el informe titulado Estudio de profundización de la caracterización y efectos de las agresiones sexuales sobre las mujeres, el 44% de las mujeres encuestadas admitió haber sido víctima de alguna forma de agresión sexual, pero solo el 16.5% llevó el caso ante las autoridades.
La falta de conocimiento legal aparece como el principal obstáculo para denunciar, ya que el 40.4% de las víctimas indicó no saber que lo ocurrido era un delito. Otras razones fueron el miedo al agresor (33.9%), la desconfianza en los procesos legales (13.2%) y la negativa a responder (17.2%), esta última posiblemente vinculada al estigma o al temor social.
El estudio, elaborado por los investigadores Joel Arboleda y Aricel Pérez, bajo la coordinación general de Syra Taveras, Lorena Seijo, Graciela Morales y Tania Alfonso, también revela que apenas el 18.8% de las víctimas reconoció en el momento lo vivido como una agresión. La situación es aún más grave entre quienes sufrieron abuso durante la niñez: el 53.8% asegura que sus padres o tutores nunca se enteraron. Las formas de agresión reportadas son diversas e incluyen envío de fotos íntimas sin consentimiento (25.6%), ofrecimientos de dinero a cambio de relaciones sexuales (24.7%), comentarios o insinuaciones sexuales no deseadas (24.6%), contacto físico no consentido (19%), acoso digital (18.1%), intento de violación (12%) y violación (8.7%). A pesar de la gravedad de estas agresiones, el 75.8% de las víctimas no acudió a un centro de salud, siendo la principal razón la falta de percepción de necesidad (73.8%), seguida del desconocimiento sobre si debían hacerlo (11%). Además, un 30.6% dijo desconocer los derechos que le asisten tras una agresión sexual.
En cuanto al perfil del agresor, el 93% de los casos corresponde a hombres adultos. En situaciones donde la víctima era mayor de edad, el agresor formaba parte del entorno cercano en el 63.2% de los casos, incluyendo amigos o conocidos (31.7%), parejas (17.7%) y familiares (3.8%). Cuando la víctima era menor, el agresor fue identificado como un desconocido en el 73.4% de los casos, aunque un 24.2% señaló a un familiar como responsable. El 73.7% de los casos ocurrieron en espacios considerados seguros por las víctimas, como el hogar (37.1%), la casa de un conocido (11.4%) o la de un familiar (15.2%). Solo un 23.5% de las agresiones ocurrieron en la calle o lugares públicos, mientras que un 7.6% se dieron a través de redes sociales. Los espacios escolares (4.5%) y laborales (2.3%) presentaron los porcentajes más bajos.
Este estudio, desarrollado por el Centro de Investigación para la Acción Femenina (CIPAF) en colaboración con Agareso y el Grupo Arista, pone en evidencia la urgente necesidad de ampliar la educación sobre los derechos de las mujeres, fortalecer los mecanismos de denuncia y mejorar el acceso a servicios de apoyo para las víctimas de violencia sexual.