Tokio, 27 de junio de 2025. – El Ministerio de Justicia japonés confirmó este viernes la ejecución de Takahiro Shiraishi, conocido como el “asesino de Twitter”, condenado por el asesinato y desmembramiento de nueve personas, en su mayoría mujeres jóvenes que había contactado a través de redes sociales. La ejecución, realizada mediante ahorcamiento, es la primera que se lleva a cabo en Japón en casi tres años.
Shiraishi, de 34 años, fue arrestado en 2017 luego de que la policía investigara la desaparición de una joven de 23 años que había publicado pensamientos suicidas en Twitter. En su apartamento, las autoridades encontraron restos humanos almacenados en contenedores y neveras portátiles, incluyendo cabezas y huesos, lo que desató uno de los casos criminales más perturbadores en la historia reciente del país.
Las víctimas, con edades entre 15 y 26 años, habían sido atraídas por Shiraishi bajo la falsa promesa de ayudarlas a morir. Sin embargo, durante el juicio en 2020, el propio acusado admitió haberlas asesinado con el fin de satisfacer deseos sexuales. Fue hallado culpable de asesinato, violación y mutilación, recibiendo la pena de muerte, que quedó firme tras la retirada de una apelación por parte de su defensa.
El ministro de Justicia, Keisuke Suzuki, declaró que se trató de “un caso motivado por una perversión egoísta” y destacó la conmoción que provocó en toda la sociedad japonesa. Agregó que la ejecución se llevó a cabo tras una evaluación cuidadosa y en cumplimiento con el debido proceso.
En Japón, las ejecuciones se realizan en estricta confidencialidad: ni los condenados, ni sus familiares, ni sus abogados son notificados con antelación. La noticia suele conocerse sólo después de la aplicación de la pena capital.
El caso Shiraishi también provocó un intenso debate nacional sobre la seguridad en redes sociales y la responsabilidad en la prevención del suicidio, especialmente entre jóvenes.
