Santo Domingo, 12 de mayo de 2025.– La temporada de huracanes del Atlántico correspondiente al año 2025 dará inicio oficialmente el próximo 1 de junio y se extenderá hasta el 30 de noviembre. Según los pronósticos meteorológicos, se espera una actividad ciclónica superior a la media histórica, lo que podría representar un riesgo significativo para diversas regiones, incluyendo el Caribe.
Proyecciones para la temporada
Instituciones especializadas como AccuWeather, la Universidad Estatal de Colorado y el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) anticipan entre 13 y 18 tormentas con nombre, de las cuales entre 7 y 10 podrían evolucionar a huracanes, y al menos 3 a 5 alcanzarían categoría 3 o superior en la escala Saffir-Simpson. Las condiciones actuales del océano y la atmósfera refuerzan este escenario, con un índice de Energía Ciclónica Acumulada (ACE) estimado entre 125 y 175 puntos, por encima del promedio histórico de 123.
Lista oficial de nombres para 2025
El NHC ha publicado el listado oficial de nombres asignados para las tormentas tropicales de esta temporada:
Andrea, Barry, Chantal, Dexter, Erin, Fernand, Gabrielle, Humberto, Imelda, Jerry, Karen, Lorenzo, Melissa, Nestor, Olga, Pablo, Rebekah, Sebastien, Tanya, Van y Wendy.
En caso de que se formen más de 21 tormentas, se utilizará un listado complementario previamente aprobado.
Regiones bajo mayor amenaza
Las zonas que podrían estar más expuestas a impactos directos incluyen:
- El norte y este del Golfo de México
- Las Carolinas
- La costa atlántica del sureste de Estados Unidos
- El Caribe, con énfasis en República Dominicana
Los expertos advierten que los huracanes pueden ocasionar daños graves incluso lejos de la costa, provocando lluvias intensas, inundaciones repentinas y vientos destructivos.
Recomendaciones de preparación
Las autoridades instan a la ciudadanía a tomar medidas preventivas desde ahora, que incluyen:
- Mantenerse informados mediante los boletines oficiales.
- Preparar kits de emergencia con alimentos, agua, linternas, medicinas y documentos importantes.
- Revisar y actualizar los planes de evacuación en zonas vulnerables.
La preparación oportuna es clave para reducir riesgos y proteger vidas ante fenómenos naturales de esta magnitud.